Sea
cual fuera tu situación, lo primero y más importante para iniciarte en
fotografía es establecer los fundamentos esenciales de manera correcta.
Ya
lo sabes, si construyes buenos cimientos, luego tú decides cómo seguir
construyendo sobre ellos... una humilde casa, un hotel, un edificio de 40
pisos, el límite lo pones tú.
Por
eso he escrito (en un minuto te contaré más de mi) el Manual de TécnicaFotográfica. Un libro didáctico que sienta las bases correctamente para unainiciación fluida y sin pérdida de tiempo en el mundo de la fotografía.
Me
llamo Juan Ignacio Torres, soy fotógrafo profesional y maestro de fotografía.
En la actualidad y desde hace años me dedico a enseñar fotografía con un sólo
objetivo en mente:
Proporcionar
la técnica y conocimiento fundamental para aquellos que desean iniciarse en la
fotografía y enseñarles a utilizarlos correctamente para lograr fotografías
profesionales fácilmente. Gracias por visitar el sitio, bienvenido!
Déjame
que te cuente mi historia… hace tiempo yo fui un simple fotógrafo aficionado
como cualquier otro, pero que luchaba contra capturas aburridas, sin brillo,
nitidez o profundidad (ni que hablar de efectos fotográficos).
A
lo largo de lo que yo llamo mi “laberíntica” formación, leí libros
completamente teóricos y llenos de tecnicismos que yo no estaba preparado para
entender.
Yo
pensaba que esos libros saturados de información técnica eran imprescindibles
para mi formación y no me daba cuenta que todos esos pequeños detalles serían
imposibles de utilizar si no comprendía la técnica básica y general que es la
base de la fotografía.
Además,
también comencé con lo que yo pensaba sería el mejor método: tomar clases en
cursos y talleres de fotografía.
De
haber conocido un manual integral de iniciación a la fotografía como éste, no
hubiera invertido tanta cantidad de horas innecesarias (ni que hablar de
dinero!) con cursos (de 40 horas o más) muy especializados y que no me ayudaban
a entender del todo cuales eran los elementos fundamentales que necesitaba
combinar para lograr buenos resultados, ni me ayudaban a desarrollar mi propia
capacidad.
Creo
profundamente, que para desarrollar una habilidad en su máximo potencial hay
que trabajar con la verdadera técnica desde el comienzo.
Sin
malos hábitos y vicios que luego nos impedirán desarrollarnos libremente.
Tomemos
el caso del baile (otra de mis pasiones), ¿Cómo podría un bailarín desarrollar
su habilidad si no conociera desde un principio la técnica correcta para
ejecutar cada uno de sus movimientos? Naturalmente, luego de poseer una buena
base técnica podría lograr cualquier combinación de movimientos con excelencia.
Sucede
en cualquier disciplina, y la fotografía no es la excepción. Volviendo a mi
formación... fueron horas, días, semanas, meses, incluso años invertidos en
fotografía y de todos modos cada día debía convencerme a mí mismo de que la
fotografía no era tan difícil.
Si
tan sólo alguien me hubiera enseñado la técnica fundamental desde el principio,
mi progreso no hubiera demorado tanto, no hubiera tenido tantos dolores de
cabeza (y de bolsillo) y ciertamente no hubiera pasado por mi cabeza olvidarme
de que algún día podría ser un gran fotógrafo.
Mi
peor momento pasó una temporada que me encontraba muy desganado y había dejado
de interesarme por aprender más de fotografía. Simplemente sabía que mis fotos
no eran buenas y cuando copiaba lo que otros me enseñaban no obtenía las
fotografías que supuestamente debía obtener.
Fue
a partir de un día que decidí dar un paseo habitual con mi cámara y equipo, que
mi experiencia con la fotografía comenzó a cambiar.
Di
unas vueltas hasta que encontré un buen lugar, coloqué mi trípode y luego de
algunas tomas ¡bam! Ahí estaba, lo logré. Era una foto perfecta!
Accidentalmente
había capturado una imagen brillante, llena de vida ¡esto sí se veía
profesional!
Después
de esta experiencia, una nueva dimensión se abrió en mi cabeza y comprendí cómo
la luz afectaba la calidad de cualquier toma y se presentaba como el elemento
base de la técnica fotográfica.
Fue
el punto de partida para seguir estudiando cómo se comporta la luz en relación
al sujeto a fotografiar, y cual era mi percepción de ella.
Desde
ese momento en adelante transité un camino de aprendizaje consciente que me
enseñaría los fundamentos esenciales para lograr mi “independencia
fotográfica”, es decir, la habilidad de plasmar mi creatividad con resultados
asombrosos.
Comencé
por conocer el comportamiento de la luz, y al comprender el funcionamiento
básico de cualquier cámara réflex supe cómo la cámara “traduce” la luz de la
escena. Aquí también entendí la relación del sensor de imagen con la calidad
final y porqué la cantidad de pixeles no era determinante.
Ya
estaba listo para abordar los fundamentos de la fotografía profesional, y
aprendí la base del tridente que conforma la exposición: La apertura, La
velocidad y el ISO.
Aprendiendo
a utilizar estos tres conceptos pude utilizar prácticamente el modo manual de
mi cámara! (para un fotógrafo profesional usar el modo automático es casi un
pecado) y lograr la cantidad de luz perfecta, la nitidez y profundidad de campo
que deseaba, y capturar objetos en movimiento entre otras cosas.
Comprender
estos conceptos básicamente me permitió controlar la configuración de mi cámara
por mi cuenta y logré un gran impacto en la apariencia de mis fotos y las
emociones que ellas transmitían.
La
gran parte de los fotógrafos tienden a creer que una cámara más grande y más
costosa, o un lente de última generación con los últimos accesorios que
salieron al mercado son el factor principal e infaltable para obtener
fotografías de calidad.
La
verdad es que, si bien contar con mejores equipos y accesorios ayuda, todos
estos elementos no ayudan si no se utilizan adecuadamente. Ningún equipo, por
moderno y caro que sea, puede reemplazar el trabajo del fotógrafo, ni ser más
inteligente que él.
De
hecho, la manipulación de equipos de última generación puede ser muy frustrante
(lo fue para mí también). Estos equipos tienen una curva de aprendizaje
prolongada debido a la complejidad de su funcionamiento, ya sabes, demasiadas
opciones y variables a elegir.
El
punto es, que ningún accesorio te ayudará a menos que sepas cómo manipular los
factores externos (luz, color, sujeto, movimiento, etc.) y los factores
internos (apertura, ISO, velocidad de disparo, composición, ajustes de tu
cámara, etc.).
Estos
factores son los que determinan, en su conjunto, la calidad final de la
fotografía y son el cúmulo de conocimientos que cada fotógrafo profesional debe
adquirir. Sólo entonces tus fotos cambiarán radicalmente, y tu equipo podrá
ayudarte a lograr mayor calidad en cada toma.
Por
lo tanto, ser el fotógrafo que siempre has soñado no depende de tener el mejor
equipo… ¡No!
Depende
de tu habilidad para asimilar los fundamentos de la fotografía y traducirlos en
la vida real.
Por
eso he escrito este libro, para que puedas entender de manera fácil todos los
conceptos base de la fotografía. Sin importar tu nivel de educación, este libro
lo he escrito para que pueda ser leído y comprendido por todos (claro, cada uno
con su diferente nivel de asimilación ira más o menos rápido).
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